La tecnología ha vivido una evolución vertiginosa y la unión Europea es consciente de ello. En las últimas décadas las innovaciones en aplicaciones, sistemas y herramientas han transformado la sociedad y han convertido en algo cotidiano situaciones que antes eran ciencia ficción, como el teletrabajo, los webinars o el comercio electrónico. Estos avances han sido siempre mucho más rápidos que la legislación, que ha tenido que hacer frente a estos cambios con la creación de nuevas normativas que regulen su funcionamiento y su uso.
Uno de los mejores ejemplos como sector que ha ido más rápido que su marco normativo es el de los centros de datos. La proliferación de estas infraestructuras es un indicador más de hacia dónde se dirige la sociedad, que cada vez está más conectada. Ante este nuevo tablero de juego, en el que destaca el aumento del número de CPDs en el continente, la Unión Europea ha puesto el foco en los centros de datos para reducir su impacto a través de la Directiva (UE) 2023/1791, de 13 de septiembre de 2023, relativa a la eficiencia energética, y el Reglamento Delegado (UE) 2024/1364, de 14 de marzo de 2024, relativo a la primera fase del establecimiento de un régimen de evaluación común de la Unión para centros de datos.
La directiva 2023/1791, que actualmente está en transposición en España y que debe incorporarse a la legislación de nuestro país antes del 11 de octubre de 2025, tiene como objetivo fundamental “fomentar la eficiencia en los centros de datos, para lo que se espera que las empresas propietarias realicen las inversiones necesarias para reducir su consumo eléctrico e hídrico y minimicen sus emisiones”, tal como indica la reglamentación.
Con este objetivo en mente, la directiva obliga a los centros de datos con una potencia superior a 500 kW a reportar datos sobre su rendimiento energético, su huella hídrica y la flexibilidad de la demanda a partir de un modelo común establecido por la UE, lo que supondrá mayor transparencia de estos operadores de telecomunicaciones.
Esto obligará a las empresas a contar con herramientas de monitorización para poder capturar esta información, que será almacenada en bases de datos confidenciales creadas por la Comisión Europea, por lo que solo se publicarán de manera agregada siguiendo la normativa interna impuesta por cada país.
Por último, el texto de la directiva también establece que los estados miembros deben velar por que los centros de datos con una potencia igual o superior a 1MW implanten sistemas de reutilización del calor residual y apliquen las recomendaciones escritas en el ‘Código de conducta europeo sobre eficiencia energética de los centros de datos’.
KIO tiene en cuenta la legislación de la Unión Europea
Todas estas medidas, tanto las recomendadas como las impuestas, no son ajenas a KIO España. Nuestro centro de datos de Murcia tiene una potencia de 600KW y el de Paterna alcanzará el 1MW, por lo que esta legislación de la Unión Europea también nos afecta. Sin embargo, no supondrá problema alguno para KIO. Desde hace cerca de una década, recogemos todas las métricas mediante el sistema SCADA, hecho que nos permite obtener los datos necesarios para controlar y mejorar la eficiencia de nuestras instalaciones con la información que recibimos de indicadores relevantes, como PUE (Power Usage Effectiveness), consumos de combustible, empleo de energía y agua y condiciones ambientales de nuestros centros de datos.
De esta manera, desde nuestros inicios no solo hemos cumplido con los reglamentos establecidos, sino que hemos tratado de mejorarlos y ser transparentes con nuestro consumo. Nos posicionamos, así, como empresa innovadora y responsable con el medioambiente en nuestro sector, lo que nos ha reportado la llegada de clientes tan comprometidos como nosotros.
En concreto, nuestros CPDs están diseñados para que sean eficientes y sostenibles desde el arranque gracias a la selección de maquinaria eficiente, la instalación de placas solares, la utilización de sistemas de refrigeración innovadores y el uso únicamente de electricidad certificada como sostenible.