La ubicación de un centro de datos no puede ser aleatoria. Aunque es cierto que la selección de esta no forma parte del estándar Tier Certification of Constructed Facility, sino del estándar de sostenibilidad operativa a la hora de concebir un data center, es fundamental tener en cuenta ciertos factores. Estos servirán para ofrecer garantías a la viabilidad de la construcción en un primer momento y a la seguridad y disponibilidad de los datos de sus clientes como consecuencia.
Ya en 2018, el estudio Lights Out: Climate Change Risk to Internet Infrastructure advirtió de que, en 2030, cerca de 235 centros de datos se verían afectados por un aumento del nivel del mar. De hecho, distintos investigadores insistieron en que las infraestructuras de Internet (incluidos centros de datos, conductos, torres de telefonía móvil, etc.) deberían construirse considerando el impacto del cambio climático.
KIO España así lo ha hecho en su nuevo centro de datos de Valencia, como también lo hizo en el de Murcia, teniendo en cuenta distintos parámetros. El primero de ellos está relacionado con tener una lejanía considerable de cualquier cuerpo de agua como ríos, lagos, mar, etc., para reducir el riesgo de inundaciones. En el caso del centro de datos de Murcia, está a 48 kilómetros del mar y a 43 metros de altura de este y, además, el suelo instalado está preparado para aguantar terremotos de gran magnitud ya que la Región de Murcia es zona sísmica, tal como confirma el Instituto Geográfico Nacional.
En Valencia, en cambio, los datos disminuyen en cuanto a distancia al mar (11 kilómetros) y aumentan en el caso de la altura, ya que el terreno está muy elevado (91 metros). La accesibilidad de cara a servicios esenciales también es importante, es por eso por lo que, tal como recoge el datasheet del centro de datos de Murcia, la comisaría de policía más cercana está a tan solo 2 kilómetros y el parque de bomberos a menos de 1. En el caso del data center de Valencia, ambos se encuentran a poco más de 500 metros.
Abordar estos factores desde la concepción del centro de datos, tal como hace KIO España con sus espacios, no solo protege la inversión, sino que también asegura una operación más eficiente, segura y sostenible. En caso de decidir no hacerlo, el centro de datos podría enfrentarse a desastres naturales que provocasen interrupciones de servicio o a riesgos de accesibilidad con la consiguiente pérdida de confianza y reputación que esto conlleva por parte de los clientes.